martes, 23 de agosto de 2011

RENDICIÓN DE CUENTAS EN EL TRIBUNAL ELECTORAL

MARÍA DEL CARMEN ALANÍS FIGUEROA

Cuando en agosto de 2007 asumí la presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, me comprometí a que la institución rindiera cuentas puntuales de sus acciones. Así lo hice a lo largo de cuatro informes anuales y de un informe de cierre de gestión, todos los cuales se encuentran a disposición de cualquier interesado en la página institucional.
La coyuntura del cambio de presidente en el Tribunal Electoral ofrece una oportunidad para revisar lo que la institución ha avanzado y los retos que se dejan.
Primero, en el periodo 2007-2011 la carga jurisdiccional creció de manera inusitada. Pasó de 3,507 asuntos (2007) a 4,067 (2008), a 21,799 (2009) a 5,096 (2010). En el presente año llevamos poco más de 8,096 asuntos. Es decir, en la actualidad se reciben en el Tribunal cuatro veces más asuntos que en el 2007.
Segundo, para soportar ese importante crecimiento sin sacrificar la calidad de las sentencias o los tiempos de respuesta, el Tribunal debió emprender ambiciosos procesos de modernización. En ese marco se inscriben la operación de estrados electrónicos, la puesta en marcha de sistemas de notificaciones electrónicas, la creación de un sistema de cómputo que permite dar seguimiento a los asuntos desde su ingreso hasta su resolución y archivo definitivo y la obtención de certificados ISO-9000 en dos salas. El reto hacia el futuro está dado por la posibilidad de afianzar un esquema de juicio en línea.
Tercero, las reformas electorales de 2007 y 2008 consiguieron acercar la justicia electoral a los justiciables. Si en el pasado las salas regionales funcionaban sólo en los procesos federales, las reformas les reconocieron competencias en todo momento, por lo que el Tribunal generó las condiciones para su operación permanente. Este reto descentralizador fue enfrentado con el fortalecimiento de la infraestructura inmobiliaria y la contratación de personal jurisdiccional debidamente capacitado. Hacia el futuro queda el desafío de avanzar en la descentralización administrativa de estas salas.
Cuarto, en el marco de la creciente centralidad de la justicia electoral se incrementó la demanda de capacitación académica por parte del TEPJF. Para asumir ese liderazgo, el Tribunal reestructuró su Centro de Capacitación Judicial Electoral, lo que le permitió triplicar en sólo cuatro años su oferta académica. Se impartieron 1,079 cursos a 69,370 cuadros jurídicos de todos los institutos y tribunales electorales del país, de los partidos políticos y de instituciones académicas. Hacia el futuro subyace el reto de multiplicar los contenidos de las capacitaciones.
Quinto, entre 2007 y 2011 el Tribunal adquirió una presencia nunca antes vista en su historia. Por un lado, se asumió un liderazgo en el interior del país, al suscribir convenios de colaboración con todos los tribunales e institutos electorales locales. Por el otro, se generó una fuerte presencia internacional, al asumir la presidencia de la Unión Interamericana de Organismos Electorales conjuntamente con el IFE y del Grupo de Trabajo de Jurisprudencia Electoral Americana que coordina la OEA, al ampliar el espectro de colaboración internacional e incorporar a aliados estratégicos como la propia OEA y ONU-Mujeres, al ser invitados como miembros de la Comisión Europea para la Democracia a Través del Derecho y al participar en 39 misiones de trabajo al extranjero. Queda el reto de aprovechar los frutos de esas alianzas en beneficios para la jurisdicción.
Sexto, el Tribunal participa activamente con otras instituciones a efecto de fortalecer la participación política de las mujeres. Creó un área encargada de implementar la perspectiva de género y participó en el debate para potenciar liderazgos de mujeres y defender sus derechos político-electorales. A futuro permanece el reto de la inclusión política de otros grupos sociales.
Séptimo, una vez descontada la inflación, entre 2007 y 2009 el presupuesto del Tribunal creció 48%, a fin de absorber el costo de la puesta en marcha de cinco salas regionales permanentes. Desde entonces, el presupuesto se ha mantenido sin crecimiento alguno, inclusive en el anteproyecto que se formuló para 2012. Los esfuerzos de modernización se reflejan en que actualmente el costo por asunto jurisdiccional resuelto se redujo a la mitad. Están dadas las condiciones para mantener sin crecimiento los presupuestos.

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