sábado, 6 de agosto de 2011

LOS MERCADOS INTERNACIONALES, EN EL ABISMO... ¿Y MÉXICO?

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

Sólo economistas mediocres y políticos "empanizados" con ilusas aspiraciones presidenciales pretenden ocultar el día de hoy que México sufrirá indefectiblemente consecuencias graves al caos de los mercados internacionales. Por una parte, el acuerdo logrado por Obama -o más bien, el sometimiento a un acuerdo que exigían los republicanos- y la grave crisis de los mercados europeos que ya no incluye sólo la deuda de los PIGs (Portugal, Irlanda, Grecia) sino también de España e Italia, y por ende de la propia Unión Europea, son hechos suficientes para fundamentar que estamos nuevamente ante una grave crisis económica internacional. México, atada su economía a la de EU, la verá disminuida, en el precio del petróleo -cayó 5.30$ en un día-, las remesas de los migrantes, las exportaciones hacia el país del norte, el turismo etcétera.
En cuando al precio del barril, puede bajar 10 o 20 dólares (como ya está ocurriendo: el BRENT disminuyó 5 por ciento); las remesas, que cada año son menores, tendrán un hundimiento porque una economía débil que no genera empleos, afecta a los ingresos más bajos y a trabajos en la construcción, agricultura y servicios, donde están embarcados parte de los mexicanos- ,(la otra ya olvidó la nacionalidad y posee prósperos consultorios médicos, o son inversionistas que disfrutan de Miami y Houston, y de sus hijitos hablando inglés)-. Nuestras exportaciones, descenderán en el mercado de EU. De igual modo, y pese a las grandilocuentes promesas de otra ingenua Secretaria de Estado, el desplome del turismo norteamericano en México continuará, no sólo porque éste decidirá viajar en su propio país, sino porque ahora hay sitios turísticos competitivos para México en nuestras cercanías. Agudiza el panorama la grave inseguridad en destinos turísticos, -Mazatlán, Acapulco y Cancún-, los de mayor demanda.
El acuerdo que no hubiera preferido Obama entraña una cesión política en beneficio de los republicanos que puede costarle su reelección. Si bien se logró evitar la suspensión de pagos, las medidas que impuso la derecha van a evitar la reactivación económica del país, limitar el crecimiento y disminuir la generación de empleos, a más las medidas vulneran el programa político de Obama formuló a base de reivindicaciones sociales, mismas que serán limitadas. Si bien la fortaleza de la economía norteamericana, tanto fuera como dentro, es en términos generales superior todavía a la de la Unión Europea, los compromisos que a la carrera acató Obama comprometen el futuro, no sólo del Estado sino también de aquellos países periféricos, íntimamente ligados (altamente dependientes) a su economía, entre los que se coloca en primerísimo lugar México. Ayer cayó la Bolsa, 3.37 por ciento, la mayor desde 2009. Si bien se reduce el gasto en un billón de dólares, aquel no toca, por los republicanos, a las mayores fortunas. No puede decirse que no habrá subida de impuestos, aunque por el momento no están en el compromiso. En los meses siguientes, Obama tendrá que tener muy presente el papel dominante del Tea Party, que le complicará sus posibilidades de reelección. El acuerdo logrado no es más que un espejismo, pues las preocupaciones económicas de Estados Unidos persisten, y además en el futuro enfrentamiento político el presidente estará debilitado. Este temor fundado ha llevado a varios inversionistas norteamericanos a ser cuidadosos con sus inversiones, reduciendo sus préstamos a bancos europeos y limitando transacciones en sus bolsas.
Este acuerdo tuvo consecuencias inmediatas en los mercados bursátiles del mundo, como se explícito hoy, gravemente en Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia y Francia; algunas de ellos han caído casi un 10 por ciento, demostrando también la fragilidad de la primera economía industrial del mundo. Este colapso de la economía occidental trae como consecuencia, entre otras, la inserción de dos economías europeas y la moneda de los diecisiete, el euro, a una grave crisis que, conforme avancen los días, se agudizará hasta límites desconocidos, incluyendo a México, necesariamente.

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